Un día un pobre pececito quedó atrapado en un laberinto. La sirenita que justo pasaba cerca del lugar lo descubrió y entro en el laberinto para ayudarlo.
Lentamente fue recorriendo cada lugar hasta llegar a la única puerta por la que se podía pasar y salvó al pececito que había quedado atrapado.
Y ennntonnnncesssssss…¡Es el Fin!!!
¡Y salvó al príncipe con su amor!!!!
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Había una vez un Ogro que quería matar a los enanitos del bosque. El hada se dio cuenta de que los enanitos estaban en peligro. Fue rápidamente volando por el aire hacia el lugar donde se encontraban y con su varita mágica hizo un hechizo para hacer desaparecer al ogro diciendo:
-“Abra cadabra, que desparezca el ogro”
Y … ¡puf! El ogro desapareció en ese mismo momento.
Los enanitos volvieron muy contentos al bosque y en agradecimiento cantaron una canción que dice:
“Los enanitos muy contentos van, preparados para merendar, uno dos y tres, empecemos otra vez!!!”
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