viernes, 17 de octubre de 2008

Esc. 753 Me enseñaron canciones e inventaron Formulas mágicas




El grillo con flequillo que cantaba todas las noches

Había una vez un grillo negro chiquito, ancho, con antenas, puntos verdes y un flequillo que vivía en un zapato viejo de una bruja que tenía piel de chancho. El grillo que era medio loco todas las noches cantaba y no la dejaba dormir a la bruja que se llamaba Antonia. Esta bruja no era como todas, porque en lugar de salir por las noches, salía de día. El grillo no la dejaba dormir tranquila y entonces comenzó a salir de noche y dormir de día. Pero saliendo de noche no podía hacer todas las cosas que hacía cuando salía de día.
El grillo, viendo que la bruja ahora dormía de día, cantaba cuando la bruja dormía.
Así fue como la bruja cansada, decidió prepara un hechizo para que el grillo dejara de cantar. Para eso mezclo: piel de sapo, pelos de gato, ojos de vaca, araña, dientes de conejo, cabeza de chancho y una cola de alacrán. Puso todos los ingredientes en una olla grande y comenzó a revolver y revolver, y mientras lo hacía decía las palabras mágicas: abra cadabra, ojo de gata ojalá que el grillo no pueda cantar más y que se convierta en ......
En ese momento después que la bruja dijo todas sus palabras mágicas y preparo todo el hechizo revolviendo y revolviendo en el caldero y en puntas de pié se acerco al zapato donde estaba el grillo, justo en un momento en que el grillo se había dormido. Agarró el zapato y tiró al grillo adentro de una olla y el grillo salió de la olla transformado en sapo.
El sapo intentó volver al zapato, pero este le quedaba chico así que decidió irse a buscar otro lugar donde vivir.
A los saltos y croando llegó a la casa de princesa. La princesa cuando lo vio le dio un beso y el sapo se convirtió en príncipe.
Ahí le contó a la princesa que el había sido un príncipe que lo habían transformado en grillo que lo único que podía hacer era cantar y que después una bruja lo transformó en sapo y que así fue como se encontró con ella y que gracias a su beso pudo volver a ser quien había sido originalmente.
El príncipe y la princesa se casaron y la bruja Antonia fue la madrina de casamiento.

Tercer Grado

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